En la industria de la moda existen algunas historias que parecen de terror y esta es una de ellas. La firma de moda francesa Balenciaga —una de las marcas de prêt-à-porter más prestigiosas del momento, especialmente tras la llegada del georgiano Demna Gvasalia al frente de la dirección artística—informó este miércoles que puso fin a su contrato con una agencia de “casting”, acusada de haber maltratado a un grupo de 150 jóvenes durante la Semana de la Moda en París.
La casa reaccionó inmediatamente, emprendiendo cambios radicales incluido el fin de su relación con la agencia de ‘casting'”, dijo en un comunicado Balenciaga, además Añadió que había expresado por escrito sus disculpas a las agencias de las modelos afectadas por la situación.
El director de “casting” estadounidense James Scully denunció que las modelos permanecieron encerradas a oscuras a la espera de ser atendidas por la agencia. Esta “hizo esperar a más de 150 chicas en una escalera y les dijo que deberían aguardar más de tres horas y que no se fueran”, dijo Scully en su cuenta de Instagram.
Calificando a sus responsables de “abusadores en serie”, el estadounidense añadió que estos “cerraron la puerta, se fueron a comer, apagaron las luces, dejando a las chicas con solo la luz de sus teléfonos para ver”. “No sólo fue sádico y cruel, sino también peligroso, y dejó a varias de ellas con las que hablé traumatizadas”, dijo.
Scully también acusó a una “gran firma” de moda que no nombró de tratar de incluir en los desfiles a modelos menores de edad y denunció específicamente a Lanvin, la firma de costura francesa más antigua en activo, por haber supuestamente pedido a varios agentes que su colección no fuera presentada por “mujeres de color”.
Lanvin, cuya directora artística Bouchra Jarrar es de padre marroquí, no reaccionó de inmediato a la AFP, pero una portavoz dijo a la publicación especializada Women’s Wear Daily que las acusaciones eran “completamente falsas y sin fundamento”.